Vamos al grano: el Qi es la vida misma. Esa energía invisible pero poderosa que fluye a través de todo. Si el universo fuera una canción, el Qi sería su melodía. Está en el aire, en el suelo, en tu cuerpo, en tus pensamientos… y sí, también en ese rincón de tu casa que te da mala espina.

Pero lo más interesante es que el Qi no es igual en todas partes. En la cosmología china, hay tres grandes tipos de Qi que interactúan todo el tiempo:

☁️Qi del Cielo.

🌍Qi de la Tierra.

🧍‍♀️Qi del Ser Humano

Y cuando estos tres se alinean... ¡la magia sucede!

 

☁️Qi del Cielo – La energía del tiempo y el destino

Este Qi viene de lo alto: del cosmos, de los planetas, de los ciclos celestiales. Se expresa a través del clima, los movimientos astrológicos y el tiempo.

En Bazi, por ejemplo, tu carta natal refleja tu Qi Celestial: la energía con la que naciste, tu potencial, tus dones y también tus desafíos. No lo podemos controlar, pero sí podemos conocerlo y aprender a fluir con él (¡como surfear la ola en lugar de ahogarse!).

El Qi del Cielo es como el pronóstico del tiempo. No eliges si va a llover, ¡pero puedes salir con paraguas!

 

🌍Qi de la Tierra – La energía del entorno que te rodea

Aquí entra el Feng Shui en acción. El Qi de la Tierra es la energía del lugar donde vives: las montañas, los ríos, el paisaje, la orientación de tu casa, los materiales, los colores, la forma en que fluye el aire...

Cuando vives o trabajas en un lugar donde el Qi de la Tierra está armonizado, tu cuerpo se relaja, tu mente se aclara y tu vida fluye con más facilidad.

¿Has notado que hay sitios donde te sientes bien sin saber por qué? Eso es un buen Qi de Tierra dándote la bienvenida.

 

🧍Qi del Ser Humano – Tu energía personal (y tu actitud)

Este Qi es tu responsabilidad directa. Se alimenta de lo que comes, cómo piensas, cómo duermes, tus emociones, tus hábitos, tus decisiones. Es tu manera de estar en el mundo.

Aquí entra todo lo que haces para cuidarte: meditar, moverte, trabajar en lo que amas, rodearte de personas nutritivas, pedir ayuda cuando lo necesitas, y también reírte mucho. (Risa = Qi en expansión, ¡comprobado!)

Puedes tener una carta Bazi maravillosa (Qi del Cielo) y una casa espectacular (Qi de la Tierra), pero si estás agotado, malhumorado y sin motivación… el Qi del Ser Humano necesita un abrazo.

 

La clave está en el equilibrio entre los tres

El verdadero bienestar sucede cuando estos tres tipos de Qi trabajan en equipo:

✨ El Qi del Cielo te da dirección.
✨ El Qi de la Tierra te da apoyo.
✨ El Qi del Ser Humano es tu respuesta activa ante la vida.

Uno sin los otros se queda cojo. Es como un taburete de tres patas: si falta una, te caes.

 

¿Y cómo armonizar los tres?

Te dejo algunos consejos prácticos y realistas:

Conoce tu carta Bazi: para entender tus ciclos y aprovechar tu energía.
Aplica Feng Shui en casa: incluso pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia.
Cuida tu Qi interno: descansa, respira, aliméntate con conciencia, y sí… ¡muévete con alegría!

 

Tú eres el puente entre el Cielo y la Tierra

Sí, tú. Con tu cuerpo, tu historia y tu corazón. Tienes la capacidad de canalizar esa energía universal y transformarla en acción, bienestar y propósito. No necesitas hacer cosas raras ni cambiar de país. Solo empezar a observar el Qi en ti y a tu alrededor, y poco a poco, armonizarlo.

Con cariño,

Sara Reneses

"Armoniza tu espacio, armoniza tu vida"

 

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